Normalmente en la Universidad ellas no se encontraban, pero ése había sido un día muy especial.
Ale. P.O.V.
Yo sé que Edward no existe, lo tengo más que claro. Pero ese muchacho me dejó como en las nubes… y se parecía tanto al Vampiro Cullen…
Estaba en el casino, almorzando como siempre, ya que me quedaba a almorzar todos los días, (nunca entenderé que Laura tenga tan pocas cosas que hacer y yo a cada rato haciendo cosas) estaba con mis amigas del curso, hablando de contabilidad y de lo que se nos venía para la semana, que no era nada poco, cuando lo veo. Estaba haciendo la fila para almorzar. Mis ojos se detuvieron en ese instante y creo que mi corazón también puesto que no podía estar viendo a un ángel como él si o estaba muerta y en el cielo.
Estás desvariando otra vez, relájate, si te mira bien, si no, bien también… ¿cierto? Cuando de repente veo que ni amiga Laura viene detrás de él y le está hablando. Cierro los ojos y los vuelvo a abrir. Una desazón me invade, a Amélie le gustan todos los chicos y no creo que él sea la excepción. ¿Pero qué estoy pensando, qué me importa él si además yo estoy interesada en mis estudios y en la montaña de exámenes de esta semana? Moví mi cabeza para ahuyentar las ideas raras de mi mente y me concentré en el “rico” almuerzo. Pero Laura ya me había visto, y siempre que me ve, corre a saludarme. Trágame tierra.
Laura P.O.V.
Ya llegaba tarde, como siempre, es que la Prof. de inglés, siempre tan aguja, que nos dejaba hasta el último para poder recién salir. Menos mal que había mandado al Eduardo para que me guardara lado. Ese chico es entero buena onda, siempre.
Entonces vi a mi amiga Mapa, que en realidad se llama Ale, pero siempre le he dicho así. Ella siempre tan buena onda y con la única que puedo hablar de mis delirios medios extraterrestres, así que le dije a Eduardo que me pegara un grito cuando me tocara elegir y fui a saludarla.
Laura se acercó a Ale, y la notó un poco incómoda.
-¿Qué onda Mapa?
-¿Eh?, no nada.
-Sóplame el derecho, ya suéltala.
-Si nada oye… -Laura entrecierra los ojos y abre la boca para decirle algo cuando la llaman.
-¡Laura te toca!
-¡Cónchale Bale! Ya Mapa, guarda dos asientos que ya vengo!
-Pero…
Pero Laura ya se había ido.
El Otro Lado. Parte 2.
Hace 16 años
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